Un año más, hoy se celebra el #DíaInternacionaldelaMujer: un día en el que no sólo se conmemora y homenajea a todas aquellas mujeres que a lo largo de la historia han contribuido a que la figura de la mujer hoy esté equiparada a la del hombre, sino que se sirve como impulso para seguir luchando por disminuir las diferencias en aquellos ámbitos o sectores en los que todavía hay desigualdad de condiciones.
Por eso, el lema de este año es “Por un mundo digital inclusivo”. Nuestra vida depende en la actualidad de una fuerte integración digital: desde atender a un curso, llamar a tus seres queridos, hacer una transacción bancaria o reservar una cita médica. Todo pasa actualmente por un proceso tecnológico. Sin embargo, un 37% de las mujeres del mundo no tienen acceso a él.
Oligofastx: el 67% de los miembros del proyecto son mujeres
Afortunadamente, la situación que se da en el entorno digital no es equiparable a la que nos encontramos en el sector de la biomedicina y la investigación y el desarrollo. Por poner un ejemplo: en Oligofastx, consorcio que aglutina a 7 empresas punteras españoles en investigación y desarrollo en oligonucleótidos, el 67% de los componentes del equipo de proyecto son mujeres.
Un dato del que nos sentimos muy orgullosos, porque no siempre fue así. Simplemente como referencia, citar el artículo que ya dedicamos a la figura de Rosalind Franklin y cómo su papel en la ciencia marcó un antes y un después y cuyo trabajo, sin embargo, no fue reconocido hasta mucho después.
En palabras de Rebeca Alonso, directora científica y co-fundadora de Nanovex, “considero que vivimos tiempos de cambio y evolución asistiendo a un incremento de la presencia femenina en diferentes áreas de la ciencia como la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM). Aunque sigue existiendo un desequilibrio de género en las carreras académicas en el campo STEM que hace que debemos tratar de paliar. Pero aun siendo minoría creo que las mujeres cada vez asumen más funciones de liderazgo posibilitando cambios sociales y políticos que además de romper estereotipos sirven de modelo demostrando que ingenieras y científicas pueden triunfar en estas áreas con independencia de su sexo. Más concretamente la nanotecnología afecta o se relaciona con muchos aspectos de nuestra vida como la medicina, la cosmética, la electrónica o la energía entre otros.”
Incorporar a las mujeres y las niñas a la tecnología y la educación digital permite soluciones más creativas y tiene un mayor potencial para innovaciones que satisfagan las necesidades de las mujeres, promuevan la igualdad de género y fomenten el activismo. Su falta de inclusión, por el contrario, tiene un costo enorme.
Y es que convertirse en científica requiere “de dedicación y estudiar, ya sea un grado universitario o una formación profesional, relacionado con el área
de la ciencia que más te apasione. El camino por recorrer para dedicarse de forma plena a la investigación científica es altamente gratificante y enriquecedor, pero también, como en cualquier otro ámbito, implica desarrollar una fortaleza mental que te permita ir superando las dificultades asociadas”, nos cuenta Marina Ojeda, investigadora I+D en 53Biologics.
Preguntada sobre la prevalencia de género en el ámbito científico, Marina añade: “Actualmente en el ámbito científico pienso que no hay diferencias entre hombres y mujeres. De hecho y, cada vez más, es habitual ver mayoría de mujeres en laboratorios, centros sanitarios, investigación, etc.”
Para Lucía Díaz, Head of Drug Discovery de Nostrum Biodiscovery, “gracias a la Ciencia he podido alcanzar gran capacidad crítica, desarrollo personal y perseverancia para construir la base de mi autoestima, asentando también las frustraciones y la superación de estas como parte fundamental del proceso. Rodearse de gente que te valore, aprecie tus ideas y te aporten una crítica constructiva puede implicar un factor de suerte, pero también algo que puedes elegir y cambiar si no sientes que es así.”
Sin embargo, bajo su criterio, hay algunas desigualdades todavía evidentes: “Desde algunas instituciones se crean programas especiales de selección de científicas para poder alcanzar así la igualdad de género. La cuestión es si esto debería ser así o por el contrario se deberían crear programas y medidas previas que permitan equiparar los derechos de las mujeres que ven mermada su carrera por el parón que supone la maternidad o el cuidado de familiares, por ejemplo. En la Ciencia, estos períodos están altamente penalizados porque el triunfo se basa, por ejemplo, en el número y calidad de las publicaciones científicas. Competir con los hombres dentro de estos baremos resulta altamente complicado”, concluye Lucía.
Seguir los instintos básicos y perseguir las pasiones: consejos para las futuras científicas
Para Tamara Martínez, gerente de I+D de Sylentis y coordinadora de Oligofastx, su carrera profesional no es más que una evolución natural de sus intereses y curiosidad innata: “Desde siempre he sido una persona muy observadora, me fijaba mucho en los detalles y me encantaba la naturaleza. Me gustaba ver lo que pasaba y trataba de entender cada detalle. Pasaba mucho tiempo en Galicia, en el pueblo de mis abuelos, y en el campo recogía plantas, agua de las gallinas… pedí a mis padres un microscopio porque quería entender más lo que pasaba alrededor mío. Lo que remató el asunto era ver los dibujos de `Érase una vez la Vida’, y esto me terminó de cautivar, el tratar de entender qué pasaba dentro del cuerpo y de las células: me apasionó la biología. Cuando elegí la carrera, lo tenía súper claro.”
A modo de recomendación, Tamara comparte su experiencia vital: “Les diría a las mujeres que se quieren dedicar a la ciencia que cultivaran mucho su curiosidad de forma transversal, intentando profundizar en diferentes disciplinas, no solo la biología. Porque el mundo es un conjunto de experiencias interconectadas. También que intenten cosas constantemente, exploren cosas nuevas, porque ahí es donde surgen nuevas respuestas. No tener miedo al error asumiendo el riesgo, porque el error da mejores lecciones que los aciertos, ya que te permiten profundizar. Persigue tu pasión, sé constante, ten una visión transversal de la vida y de los problemas y disfruta mucho el camino”, afirma Tamara.
Para Beatriz Llamusí, CEO y co-founder de ARTHEx Biotech, es importante la seguridad: “Es importante que crean en sí mismas. Creo que las mujeres tenemos un sentido muy desarrollado de la responsabilidad que nos hace tener el síndrome del impostor parándonos en algunas cosas, porque queremos estar siempre seguras. Y les recomendaría que arriesgaran creyendo en el feeling que tienen de las cosas, y que no se dejen apabullar con gente con más experiencia, testosterona o mejor posición en la jerarquía. Que luchen por lo que quieran y no se dejen pisar, porque éste es un mundo en general en el que se van a encontrar muchos obstáculos por muchas razones, no sólo por ser mujeres”.
De hecho, para Ana García Sacristán, project manager y head of gender policy de Aptus Biotech, “En los más de 20 años trabajando en el sector biotecnológico, no he sentido discriminación por cuestión de género, ni por parte de mis compañeros ni por mis supervisores, siendo mujeres tanto mi directora de tesis como la investigadora principal del proyecto de mi primer postdoctoral.
Sin embargo, en los puestos de máxima responsabilidad de los institutos y organismos de investigación si he notado mayor presencia masculina que femenina, pero a lo largo de los últimos años se ha ido equilibrando este sesgo de género. Como ejemplo, en la empresa APTUS Biotech, el puesto de mayor responsabilidad lo desempeña una mujer y el número de mujeres trabajando en la empresa supera al de hombres”, añade Ana.
Para Nuria Rubio, investigadora I+D de 53Biologics, “gracias a la lucha de las científicas que nos han precedido, puedo decir que tanto mujeres como hombres compartimos el camino a seguir para llegar a trabajar en ciencia. No es un camino fácil, ya que supone horas y horas de constante esfuerzo y dedicación. En la mayoría de los casos debemos pasar por una carrera universitaria, máster e incluso tesis doctoral. Pero, aun así, sigue mereciendo la pena dedicarse a ello y hoy hace que me sienta orgullosa de ser científica y mujer. En mi caso particular no he sido consciente de la existencia de diferencias salariales entre hombres y
mujeres. Sin embargo, creo que sí existen diferencias de oportunidades en puestos directivos, para aquellas mujeres que necesitan conciliar su vida laboral y familiar.”
Afirmación que corrobora María Eugenia Zarabozo, co-fundadora y CFO de Aptatargets: “Mi experiencia, como la de todos, fue dura en el inicio y ha tenido momentos delicados, pero creo que en el campo de la Ciencia e Innovación, la posición de la mujer se está consolidando. Hoy en día, el papel de la mujer en perfiles organizativos y de gestión está asegurado, pero tenemos que seguir luchando para que resulte natural la participación de mujeres en gobiernos corporativos.”
Desde Oligofastx seguimos trabajando y apoyando siempre la integración de todos los colectivos en la investigación y desarrollo de soluciones bioquímicas para mejorar la calidad de vida de los pacientes de enfermedades raras. Gracias a todas las componentes del equipo, y gracias a todas las mujeres que han luchado por poder contar en el presente con un conocimiento tan valioso puesto a disposición de la sociedad.